domingo, 27 de mayo de 2012

Julio Ramón Ribeyo


Julio Ramón Ribeyro


Julio Ramón Ribeyro Zúñiga (Lima31 de agosto de 1929 - Lima4 de diciembre de1994) fue un escritor peruano, considerado uno de los mejores cuentistas de la literatura latinoamericana. Es una figura destacada de la Generación del 50 de su país, a la que también pertenecen narradores como Mario Vargas LlosaEnrique Congrains Martin yCarlos Eduardo Zavaleta. Su obra ha sido traducida al inglésfrancésalemánitaliano,holandés y polaco. Aunque el mayor volumen de su obra lo constituye su cuentística, también destacó en otros géneros: novelaensayoteatrodiario y aforismo. El año de su muerte ganó el reconocido Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo. 
Un poco de su biografía
Nació en Lima, el 31 de agosto de 1929. Hijo de Julio Ribeyro y Mercedes Zúñiga, fue el primero de cuatro hermanos (dos varones y dos mujeres). Su familia era de clase media, pero en generaciones anteriores había pertenecido a la clase alta, pues entre sus ancestros se contaban personajes ilustres de la cultura y la política peruana, de tendencia conservadora y civilista. En su niñez vivió en Santa Beatriz, un barrio de clase media limeño y luego se mudó a Miraflores, residiendo en el barrio de Santa Cruz, aledaño a la huaca Pucllana. Su educación escolar la recibió en el colegio Champagnat de Miraflores. La muerte de su padre lo afectó mucho y complicó la situación económica de su familia.

Últimos días
Generoso con sus amigos y con escritores jóvenes, Ribeyro nunca tuvo enemigos y fue siempre muy valorado por sus contemporáneos. Luego de ser confirmado como embajador ante Unesco a finales de los años 1980, tuvo un intercambio verbal muy áspero con su compatriota y amigo Mario Vargas Llosa, a raíz de la discusión desatada en el Perú en torno a la proyectada estatización de la banca del primer gobierno de Alan García, que dividió a la opinión pública del país. Ribeyro criticó a Mario que apoyara a los sectores conservadores de su país, oponiéndose así, según él, a la irrupción de las clases populares. Vargas Llosa no dejó pasar la oportunidad de responderle en sus memorias "El pez en el agua" (1993), señalándole su falta de coherencia, que lo llevaba a mostrarse servil con cada gobierno de turno solo con el fin subalterno de mantener su cargo diplomático en la Unesco. Sin embargo, al margen de este episodio penoso, Vargas Llosa ha alabado incesantemente la obra literaria de Ribeyro, a quien considera como uno de los grandes narradores de habla hispana. La relación entre ambos autores, que compartieron piso en París, fue por lo demás compleja y llena de misterios.














































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